Zombies, aliens, nazis, incluso orcos. El género de los shooters tipo survival cada vez está más poblado. Y es normal porque son diversión en estado puro. No hay más que arrancar el juego y en pocos minutos estamos liberando adrenalina como locos. Hace poco probamos el Aliens: Fireteam Elite y nos dejó muy buen sabor de boca. ¿Superará este Back 4 Blood al juego basado en los simpáticos aliens?
Primeras impresiones
Aunque no tiene mucha importancia, la historia nos sitúa nuevamente en un escenario post apocalíptico en el que los zombies se han reproducido como setas y los pocos humanos que quedan se tienen que organizar casi como un ejército si quieren poder sobrevivir. Como digo, nada nuevo, pero se agradece que se introduzca la historia con una cinemática de primer nivel, en la que se presenta a los cuatro personajes que tendremos para elegir inicialmente: Holly, Walker, Mama y Evangelo. y un poco más adelante desbloquearás otros tres, conformando el elenco de elección de personajes en un total de siete. Como siempre, cada uno de los personajes tendrá sus armas favoritas y habilidades que le diferencian del resto y que habrá que aprender a utilizar si queremos avanzar en el juego.

Nada más empezar aparecemos en el típico campamento de supervivientes que hará las veces de base de operaciones. Pero como lo primero que quiero es «sentir» qué transmite este juego, sin muchas vueltas, me voy al menú para iniciar partida. El menú inicial ofrece varias opciones de juego, con un modo rápido, un modo campaña y un misterioso modo nube. Me lanzo a ver el modo campaña y enseguida el sistema empieza a hacer un matchmaking para completar el grupo de cuatro con el que tendremos que tratar de superar los niveles.
Con el reciente Aliens: Fireteam Elite, el reto que tenía este Back 4 Blood era aun mayor, pues no solo luchaba con el recuerdo lejano de los grandes del género (Left 4 Dead y su secuela), si no con el recuerdo del juego de los alienígenas que nos había dejado un buen sabor de boca. Pero, tranquilidad, en los primeros compases se nota que esto no es un juego más, que Turtle Rock Studios sabe lo que hace. En cuanto avanzas un poco te ves rodeado de zombies que te atacan sin descanso, así que ve olvidando el paseo típico de los primeros niveles. La sensación de que aquí las cosas hay que hacerlas con cabeza aparece enseguida y es fundamental que el equipo esté coordinado. Quizás no al principio, pero conforme avances en los niveles, se volverá más y más necesario que todos los integrantes estén concentrados para sobrevivir. En este punto, no ayuda mucho que, al tener que ser siempre las partidas obligatoriamente con cuatro personajes, el matchmaking nos asigne bots. No por nada, pero la IA de estos es uno de las pocas cosas que no funcionan en este juego y, siendo tan necesario que todos los integrantes cumplan su función, que te toquen dos IAs en la partida, a parte de desesperarte, puede hacer que sea casi imposible finalizar el nivel.
Por otro lado, es muy interesante cómo han hecho la asignación de roles en el equipo. Como decía al principio, se pueden seleccionar hasta siete personajes, cada uno con sus armas inicialmente pre-seleccionadas como más se adecuen a nuestro juego. Pero esto no es más que un punto de partida puesto que por el mapa iremos encontrando una gran cantidad de armas que podemos cambiar por las nuestras en distintos rangos: melee, pistolas de corto alcance, escopetas, ametralladoras, rifles de mira, … el arsenal que han diseñado los desarrolladores está más en la línea de un juego de guerra que de un shooter de zombies. Es muy de agradecer porque todo esto ayuda a ir ajustando el equipamiento a lo que más nos guste, más allá de lo que se ofrece en primera instancia. Pero es verdad que en las primeras partidas puede confundir un poco.
La joya de la corona
Si esto fuera todo, la experiencia que nos brinda el juego ya estaría más que bien. Pero es que el Back 4 Blood esconde un as en la manga (nunca mejor dicho). Y es su sistema de cartas. ¿Que qué es esto? Pues algo muy novedoso, al menos para este tipo de juegos, que se han sacado de la manga y que le da una dimensión totalmente nueva. Según vas jugando, irás desbloqueando cartas que proporcionan diferentes habilidades al equiparlas. El número de cartas que hay es alto, pero no podrás equipar todas, si no que tendrás que crear tu mazo con las que más te gusten y adaptarlas a tus necesidades. Inicialmente hay barajas ya creadas y seguramente podrías jugar todo el juego con estas y no complicarte la vida. Pero realmente si quieres sacar todo el partido a este juego vas a tener que currarte un mazo que se ajuste a ti. Incluso, hay cartas con efecto grupal, con lo que, incluso puedes llegar a montar una estrategia común con tus amigos para que cada uno aporte algo al equipo con su mazo. Como puedes suponer, las posibilidades son casi infinitas y, a mi entender, es un paso adelante en este tipo de juegos, abriendo la puerta a poder montar tu propia build a partir de los personajes base con los que se empieza.

Pero no todo son buenas noticias con el sistema de cartas. También hay cartas contaminadas. Esto son cartas que el sistema asigna de forma aleatoria al inicio de cada partida y que mete algún factor adicional en el mismo. Algunas incluyen elementos que dificultan la partida, otras incorporan retos que, de realizarse, dan recompensas mayores. Es, junto con las cartas que cada jugador equipa, la forma de dar una vuelta de tuerca a cada partida para que no sean siempre iguales.
Jugabilidad es la palabra
Tras unas cuantas (bastantes) horas jugando, he tenido partidas muy buenas, partidas muy malas, compañeros / bots que casi quería matarles yo en lugar de que lo hicieran los zombies. Pero en ninguna de ellas me he aburrido. Tampoco he sentido que fuera en modo automático. Al contrario, he disfrutado de todas y cada una de las partidas. Los zombies, tanto los básicos como el gran número de zombies especiales, no te dan un respiro en ningún momento, atosigando al grupo incluso cuando paras para realizar alguna curación o algún ajuste en el equipo.
Los niveles son difíciles de superar, ya lo decía antes. Pero es que si no tienes suficiente con el modo normal, hay más niveles de dificultad que incorporan problemas adicionales como el daño amigo. Además, hay enemigos en mitad de los niveles tipo boss que, además de sorprender cuando salen por su imponente presencia, son imposibles de eliminar si el equipo no trabaja codo con codo. Y también hay trampas, como las bandadas de pájaros que de agitarlos generan ruido que atrae a una horda de enemigos. Y también hay zonas ocultas en los niveles. Y también hay modos de juego para poder meternos en la piel de los zombies. Y también…
No sigo porque es difícil de explicar con palabras lo que transmite este Back 4 Blood. Pero quédate con la idea de que este juego no te va a dar un momento de respiro y, sin embargo, vas a estar encantado de que sea así. Además, vas a poder crear tu propia build para jugar como te gusta. Y si encima tienes amigos con los que compartir la experiencia, vais a llevar las partidas a un nivel superior.