Se puede decir que Elden Ring: Nightreign es el souls que nadie esperaba y que, quizás por eso, está sorprendiendo a todos. Supone el regreso de FromSoftware al universo de Elden Ring, por tercera vez (contando el juego base más el DLC) y, sin embargo, esta iteración aporta un enfoque totalmente nuevo y distinto de cualquier cosa que habían hecho previamente. Nightreign es, en esencia, una experiencia totalmente independiente que apuesta por un enfoque cooperativo y rejugable, pero tratando de no perder la esencia que caracteriza a la marca.
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En esta review, exploraremos en profundidad cómo Nightreign expande y reinterpreta los cimientos del juego original, tanto en su narrativa como en su jugabilidad. Analizaremos si la apuesta por el multijugador y la estructura de expediciones logra cautivar tanto a los veteranos de la franquicia como a quienes se acercan por primera vez a las Tierras Intermedias.
Si te preguntas si Nightreign está a la altura de la leyenda de Elden Ring, puede que aquí encuentres las respuestas que buscas.
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Elden Ring: Nightreign nos sitúa en un universo alternativo de las Tierras Intermedias, donde una oscuridad primordial —el “Nightreign”— ha caído sobre la región, trayendo consigo lluvias perpetuas y monstruosidades de otros reinos. El resultado es un mundo sumido en el caos, donde la religión de Marika ha sido prácticamente olvidada y el Árbol Áureo ha desaparecido. En este contexto, la historia principal gira en torno a la amenaza de los Señores de la Noche, seres de poder colosal que gobiernan la tierra devastada. Los jugadores encarnan a los Nightfarers (viajeros de la noche), un grupo de ocho guerreros con habilidades y trasfondos únicos, cuya misión es luchar para devolver la paz a estas tierras.
Primer cambio interesante. Mientras que en Elden Ring el mundo y su lore era el motor que hacía avanzar la historia, en Nightreign la historia (si, la hay), tiene un enfoque coral, puesto que cada Nightfarer tiene una línea argumental propia que nos ayuda a entender al personaje y sus motivaciones. Si bien esto no queda tan claro al principio, conforme avances en el juego, comenzarás a descrubrir las distintas historias de los Nightfarers y podrás hacerlas avanzar completando las misiones personales de cada uno. Es cierto que carece de la profundidad de la historia de Elden Ring, pero también es destacable que este nuevo enfoque encaja muy bien con la mecánica del juego.

En esencia, para avanzar en la historia deberemos llevar a cabo misiones específicas que se nos asignan a cada personaje. El juego lo denomina «exploración de recuerdos». Las misiones pueden ser tan tontas como hablar con otro personaje, pero las que realmente nos costarán serán las de realizar determinados logros durante las incursiones. Por supuesto que al estar ligadas a un personaje, avanzar en cualquiera de ellas obliga a jugar con ese personaje. Eso si, se mantiene el tono «made in FromSoftware». Es decir, las historias están llenas de escenas cinemáticas, fragmentos de texto aparentemente inconexos y objetos con alguna descripción críptica.
En cuanto a la ambientación, si jugaste a Elden Ring te sentirás como en casa. Se reaprovecha prácticamente todo. Las Tierras Intermedias están de vuelta en todo su explendor, salvo porque no se trata de un extenso mundo si no mapas, mucho más limitados. Pero en estos encontrarás prácticamente lo mismo que encontramos en los juegos de Elden Ring, solo que en un espacio más contenido.
Mencionar también aunque el juego se enmarca en el lore de Elden Ring, Nightreing se desarrolla en un tiempo distinto. Esto da pie a que el juego genere su propio lore, basado obviamente en la mitología de las Tierras Intermedias, pero con sus propias particularidades. Desconozco si ha tenido algo que ver George R.R. Martin en esta entrega, pero no hay duda que lo que se construye nuevo está en línea de lo desarrollado previamente.
Jugabilidad
La apuesta de FromSoftware con este título es muy alta en cuanto a jugabilidad se refiere. Yo lo interpreto justamente como eso, una apuesta «a ver qué pasa» porque está muy alejado de todo lo que el estudio venía haciendo. Que no te engañe el aspecto tan parecido a Elden Ring… este juego es otra cosa.
El bucle jugable
En su mecánica central, Nightreing coje prestada las principales señas de identidad de los juegos battle royale. El juego se desarrolla en base a expediciones que se conforman siempre con tres jugadores en modo cooperativo. También se puede jugar en modo solitario, pero la experiencia no es la misma y, diría que esta mecánica está pensada más para conseguir misiones de personaje, aprender a jugar con algún personaje, entender los mapas… es decir, objetivos distintos.

Los tres jugadores son lanzados, al puro estilo de los battle royale, en una isla. Siempre se parte con nivel 1. Cada expedición dura aproximadamente 40 minutos y repite siempre el mismo esquema: Tenemos dos días en los que deberemos sobrevivir, recorriendo el mapa que nos haya tocado y tratado de subir nivel lo máximo posible. Para ello debemos eliminar enemigos normales, que nos dan poca experiencia pero son fáciles de matar, o matar los bosses que se encuentran diseminados por el mundo. Los bosses, como no puede ser de otra forma en un souls, son más difíciles de derrotar, pero también nos dan más experiencia, lo que es imprescindible para conseguir subir rápidamente nuestro nivel. Si sobrevivimos los dos días, llegaremos al enfrentamiento con el boss final que será el que verdaderamente ponga a prueba si hemos hecho las cosas bien.
Es muy importante tener en cuenta que el tiempo es limitado, dado que el escenario se va restringiendo a partir de circulos que van limitando nuestros movimientos (igual que en el Fortnite, por poner un ejemplo). Esto, junto con el hecho de que siempre deberemos ir en grupo de tres jugadores, son las principales razones porque la experiencia de Nightreing es radicalmente distinta al de cualquier otro juego souls. ¿Por qué? Pues porque no se trata de derrotar a los enemigos aprendiendo sus mecánicas. El juego es más una carrera contra el tiempo en el que tu objetivo no es simplemente derrotar a los enemigos. El objetivo real es derrotar cuantos más enemigos posibles en el menor tiempo para conseguir el mayor nivel posible. Y para esto necesitarás varias cosas. Primera, conocer bien los mapas para optimizar las rutas de confrontación y poder eliminar los máximos enemigos en el menor tiempo. Segundo, tener un equipo compenetrado. Como cada cual vaya a su ritmo y no se mate a los enemigos de forma coordinada, el fracaso es prácticamente seguro. Y, tercero y último, tener algo de suerte y que nos salga equipo adecuado.

Todo lo anterior es clave, pero si tuviera que destacar algo es, sin duda, la colaboración en el equipo. Si está coordinado, compensado y cada miembro sabe su rol, es muy probable que al menos lleguemos al combate con el boss. Pero si no, habrás perdido 40 minutos de tu vida…
Clases y progresión
Las clases son un aspecto fundamental del juego. Empezamos con 6 clases jugables a las que podremos sumar dos adicionales en cuanto las desbloqueemos jugando partidas y haciendo pequeñas misiones secundarias.
Cada clase tiene su estilo de juego. Y te adelanto que es diferencial saber jugar bien con un personaje. Puedes elegir personajes con ataque a melee y a distancia. Si lo miramos desde el punto de vista de habilidades, puedes elegir entre personajes basados en fuerza, destreza, magia… Sin lugar a dudas, esto es uno de los puntos fuertes de Nightreing. Todos y cada uno de los personajes tiene su estilo propio bien diferenciado. Jugar con cualquiera de ellos es una experiencia totalmente distinta.
La evolución de los personajes, al contrario que en otros juegos de FromSoftware, no la eliges. Está pre-elegida en función del personaje seleccionado. Cuando subas de nivel, se suben directamente los atributos que apliquen a tu clase de personaje, si tener el jugador que decidir nada. Aunque seguramente extrañe a los seguidores del género es, sin duda, una decisión muy acertada dado el estilo de juego rápido y que se busca.
Si, también tenemos armamento pero, dado el estilo frenético de juego, el planteamiento es también distinto. Como en otros juegos, el equipamiento te va apareciendo a medida que avanzas. Un matiz, solo aparecen armas y escudos, no armaduras ni hechizos. Estos últimos los puedes obtener en forma de consumibles (tienes hueco para llevar hasta cuatro) o, muy importante, como habilidad de tu arma. Esto supone que debes estar pendiente no solo del daño, si no de las habilidades que trae a la hora de decidir equipar un arma. Otra cosa que tienes que fijarte es en las habilidades pasivas. Muchas armas y escudos incluyen habilidades pasivas que te dan buffos solo por llevarlas en el inventario (ni si quiera equipadas). Esto también cambio radicalmente el qué hay que mirar a la hora de coger equipo. En un souls «normal» jamás pondrías por ejemplo, un escudo a un personaje de destreza. Pero aquí puede que te interese llevarlo en el inventario por la habilidad extra que te da… aunque no lo utilices nunca. Comprender esto es fundamental y me llevó varias partidas darme cuenta de por qué mis compañeros me quitaban por ejemplo, un arco, cuando ellos iban a espada.
Para terminar el repaso, tengo que hablar de las runas. Este elemento es clave en el juego pues es el único que podrás preparar con antelación a entrar en una expedición. Cada personaje dispone de huecos donde colocar runas, que se obtienen como recompensa al finalizar cada expedición, conforme sea la dificultad y lo lejos que hayas llegado en estas. Las hay de diversos tipos y niveles, pero todas sirve para lo mismo, para añadir características a nuestro personaje al inicio de cada expedición, sin tener que hacer nada. Nos encontramos con runas que nos dan atributos extra (destreza + 3), pasivas (daño sagrado en las armas) o incluso items. Será nuestra responsabilidad equipar las mejores runas para nuestro personaje y para enfrentar la expedición antes de lanzarnos a esta.
En resumen, aunque quizás no haya la riqueza de combinaciones que puedes crear en cualquier otro juego, sí que hay posibilidad de construir tus builds. Pero la forma de construirlas es radicalmente distinta y, de alguna manera, no está en tu mano pues dependes de «lo que te toque». Y, lamentablemente, será un factor clave conforme avances en el juego, pues los niveles y bosses finales se volverán más exigentes, lo que te lleva a que runs perfectas puede que se vengan al traste por la mala suerte en los drops. El factor suerte, quién iba a decir que sería algo determinante en un souls…
Combate
El combate, como no puede ser de otra forma, es la piedra angular de este juego. Como anticipaba, es un combate frenético, en el que, aunque puede que lleguemos a aprender los movimientos de nuestros adversarios, no es la clave. La clave será que tengamos coordinación en el equipo, con roles bien definidos, y que sepamos cuando es el momento de enfrentarnos a cada enemigo en función del equipo que llevemos y nivel que seamos.

Durante los dos días de expedición el mapa no variará. Pero, tendremos que saber en qué localizaciones adentrarnos y contra qué bosses de la zona enfrentarnos en función del momento en que estemos. Recién aterrizado lo que toca es ir matando enemigos normales hasta poder alcanzar nivel 3 o 4. También suele haber enemigos grandes (ogros, golems y similares) en las inmediaciones de las áreas de aterrizaje que podremos matar rápidamente para subir nivel. Pero encontrarás enemigos en medio del mapa que seguramente os den un repaso si se te ocurre lanzarte a ellos sin estar preparado. Deberás aprender a saber en qué momento puedes enfrentarte a ellos por la sencilla razón de que cuanto más fuerte, mayor la recompensa en almas (y eso nos interesa para subir nivel).
Los distintos mapas está muy bien construidos, como no podía ser de otra forma viniendo de quien viene. Y esconden mucho más de lo que se ve a simple vista. Tienes fortalezas, castillos, grutas, incluso las cárceles de Elden Ring, pero también zonas «secretas» semi escondidas en las que los peligros son mayores, así como las recompensas. Diseminados por las distintas zonas encontrarás multitud de enemigos. Todos ellos ya te sonarán pues se encontraban en Elden Ring.
Al final de cada día toca enfrentarnos enemigos más duros, que pondrán a prueba si has aprovechado el día. Aquí, para deleite de los que somos fans de FromSoftware, nos podremos enfrentar a bosses extraídos de Elden Ring así como a otros rescatados de los distintos Dark Souls. De momento he podido rememorar viejas frustraciones con, por ejemplo, el Rey sin Nombre de Dark Souls 3. Y es de esperar que, según se vaya incorporando contenido, el elenco de personajes rescatados, crezca.
No lo he dicho y es importante… durante el transcurso del día puedes morir las veces que sea. Si mueres, existe la posibilidad de que tus compañeros te resuciten si son capaces de levantarte antes de que se te lleve la parca. Si no lo logran, el castigo por morir es que pierdes las almas que lleves y la pérdida de un nivel. A veces podrás recuperar las almas y, con ellas, el nivel, pero no siempre. Parece poco castigo, pero créeme, es importante tratar de no morir. Un nivel menos puede ser la diferencia entre acabar bien o mal una expedición.
La cosa cambia cuando estamos en la arena final de cada día. En estas tendremos que enfrentar a un boss más poderoso que los que nos hemos enfrentado durante el día. Igual que antes, podemos ser abatidos y nuestros compañeros podrán levantarnos si encuentran el momento y el boss se lo permite. Pero, la diferencia es que en estos momentos, los personajes caídos no mueren / resucitan con el paso del tiempo. Quedan permanentemente caídos, lo que deja al grupo en inferioridad ante el boss, limitando mucho las opciones de derrotarlo. Y, si no se consigue, se acaba la expedición y toca volver a empezar.

No lo he mencionado, pero el combate es el clásico de los juegos de FromSoftware. Espectacular en todos los sentidos, tanto en la finura de los ataques, esquivas y demás como en la variedad de mecánicas, movimientos, armas, poderes… Para mí es una delicia poder acceder a todo el arsenal que ha generado el estudio durante tantos años en un estilo de combate distinto, más enfocado en la cooperación entre los jugadores que en el reto personal. Y, con la oportunidad de cambiar de estilo / personaje, lo que da posibilidad de probar muchas armas y hechizos que normalmente no usarías en un run completa de otros juegos.
Diseño, apartado visual y sonoro
Hay que reconocer que, en el apartado artístico, Elden Ring: Nightreign no engaña.Se trata de un refrito de todo el material creado para las dos entregas de Elden Ring anteriores. A los que les guste el estilo, estarán encantados. A los que no, seguirán sufriéndolo en silencio. A mi personalmente se me hace ya algo repetitivo por todas las horas que he pasado delante de estos juegos previos. Se hubiera agradecido algo más de innovación gráfica. Pero también entiendo que la apuesta del estudio era hacer algo nuevo con lo que ya tenemos, intentando minimizar la inversión. Con este enfoque, no se les puede poner ningún pero. El nivel artístico de los Elden, que era muy bueno, se mantiene.
Lo único que Nightreing aporta novedoso son sus jefes finales. Todo el set de bosses de mundo son diseño nuevo. Y todos ellos también incorporan mecánicas exclusivas. Solo puedo decir que mantienen el nivel al que nos tiene acostumbrados el estudio de calidad, diseño de mecánicas y de reto.
En el apartado técnico, Nightreign es sólido y estable, con buen rendimiento en consolas y PC, aunque la experiencia puede verse afectada por un sistema de emparejamiento mejorable. De vez en cuando también tendremos momentos de lag, inevitables por otra parte en cualquier juego contra servidor.
Conclusiones
Elden Ring: Nightreign debe ser aplaudido. A primera vista echaba hacia atrás a muchos de los seguidores del estudio por el cambio radical de estilo de juego. Nadie esperábamos de FromSoftware un battle royale. Y, sin embargo, funciona muy bien. Y esto es por las inteligentes decisiones de diseño que ha traído a su implementación el estudio nipón.

Nightreign no es otro souls, es un cambio de paradigma que se atreve a mezclar las mecánicas de dos de los géneros más jugados en la actualidad, souls y battle royale, haciendo que la mezcla tenga personalidad propia. Sabe qué es lo que funciona de cada género y lo respeta, pero al tiempo cambia lo suficiente para que el hibrido tenga personalidad propia.
Hay muchas cosas que a los fans de los souls que nos acercamos a este juego nos chocó desde el principio. Estar saltando y tirandose por precipios todo el rato, ir de un lado a otro como pollo sin cabeza, sin tener un segundo para mirar tu equipo… pequeñas cosas que cambian pero que hacen que la forma de juego sea radicalmente distinta y que, o te adaptas, o no avanzas.
La variedad de personajes, equipos y habilidades también es un acierto. Junto con la duración rápida de las partidas, hace que nos atrevamos a utilizar clases que nunca utilizamos en los souls normales, ayudando a la rejugabilidad del título.
Personalmente, no esperaba nada del juego y me ha sorprendido mucho. Y, en los tiempos que corren, sorprender ya merece reconocimiento. Enganchar a jugadores veteranos de los souls también es un mérito, con lo exigentes que somos. Pero atraer a este juego a otros perfiles que no se identifican con los souls, para mí es el gran éxito de este Nightreign.
El recorrido que llegue a tener este juego depende de lo hábil que estén en FromSoftware para seguir generando contenido y manteniendo enganchada a la comunidad. Pero, hasta el momento la apuesta les ha salido redonda y no creo que dejen escapar la oportunidad de tener su primer «juego como servicio».