Caravan SandWitch es un juego atípico desde el primer vistazo. En su concepción está el sumergir al jugador en un mundo de paisajes postapocalípticos donde lo importante es la historia y la relación con los personajes. Si te encaja esta premisa alejada del mainstream, el juego tiene mucho que ofrecer. Sigue leyendo para entenderlo.
La historia sigue a Sauge, una joven que regresa a su planeta natal, Cigalo, tras recibir un inesperado mensaje de socorro de su hermana Garance, quien había desaparecido hace siete años. Sauge, motivada por este mensaje, decide emprender un viaje para descubrir el paradero de su hermana y el misterio que rodea a su desaparición. Durante este viaje de regreso, Sauge se encontrará con un Cigalo diferente del que recordaba, y tendrá la oportunidad de volver a ver a viejos amigos y familiares, aportando una dimensión emocional al juego.

El encanto de la exploración en caravana
La principal mecánica de Caravan SandWitch es la exploración a bordo de nuestra querida caravana, lo que le aporta un punto de libertad que encaja muy bien con el resto del juego. Como jugador en la piel de Sauge, tenemos que recorrer los diversos paisajes de Cigalo en medio de una desolación practicamente total, en nuestra caravana todo-terreno. Esta exploración a bordo de un vehículo tan peculiar personalmente la sentí intuitiva, proporcionando una libertad de movimiento en este mundo abierto muy agradable. Para los jugadores que no son aficionados a la conducción en juegos, Caravan SandWitch consigue que la experiencia de manejo sea accesible y disfrutable, lo que contrasta con otros títulos más complejos en este aspecto.
El uso de la furgoneta no solo permite explorar, sino que también es clave para resolver los distintos puzles que la aventura nos irá proponiendo e ir completando misiones. En términos de jugabilidad, la interacción entre nuestras caravana y el entorno es fundamental para desbloquear nuevas áreas y avanzar en la historia, ya que a medida que se recolectan piezas, se pueden crear nuevas herramientas para la caravana o para ti mismo que te ayudarán a resolver los puzles.
Sin embargo, esta misma mecánica tiene sus limitaciones. A lo largo de la exploración, sobre todo al inicio, muchos de los rompecabezas que encuentras requieren haber desbloqueado previamente cierto equipamiento, lo que sin duda resulta algo confuso si te pones en la piel de alguien que acaba de comenzar. Así pues, la progresión puede hacerse algo forzada. Creo que le hubiera sentado mucho mejor al tono general del juego permitir más libertad para explorar de manera natural, y que los puzles comenzaran a salir cuando ya tenemos cierto elemento desbloqueado. Sin embargo, el juego obliga a completar misiones secundarias para obtener estos objetos, lo que ralentiza de alguna manera la narrativa y afecta considerablemente la experiencia de exploración.

Un mundo con detalles visuales y falta de profundidad
El aspecto visual de Caravan SandWitch es una de las características más trabajadas. El estilo artístico de sombras planas y paletas de colores suaves crea un ambiente relajante y envolvente, de forma similar a lo que han hecho en el pasado títulos como Firewatch o Abzû. Este enfoque minimalista le sienta fenomenal al tono no agresivo del juego y consigue transportar a los jugadores a un mundo postapocalíptico que, aunque devastado, mantiene una belleza única en sus paisajes desérticos, bosques y estructuras abandonadas. Este diseño artístico se extiende también de forma notable a todos los personajes, quienes, aunque no tienen en muchos casos un desarrollo profundo, sí están bien representados visualmente.
A pesar de la estética, hay algunos problemas técnicos menores que empañan la experiencia del juego. Hemos podido apreciar diversos bugs y errores técnicos, como pequeños glitches de cámara o errores de traducción. Estos fallos, aunque no arruinan por completo la experiencia, sí afectan la inmersión y a la calidad general percibida.
Por último, es una pena que un mundo tan trabajado a nivel visual sea tan poco interactivo. Al igual que la paleta utilizada, aunque en sentido totalmente opuesto, el mundo se siente plano, como que hay una desconexión entre la profundidad visual del mundo y la interacción que los jugadores pueden tener con él. Es cierto que estamos en un mundo apocalíptico, pero entre que las acciones que se pueden realizar en él se limiten básicamente a recolectar piezas y activar interruptores, y que parece casi vacío, la inmersión en un mundo que podría ofrecer mucho más se reduce significativamente. Me viene a la mente por ejemplo el mencionado Abzû que, a pesar de tener un tono general similar, explota mucho mejor el entorno.

La historia: Un viaje con altibajos
El punto de partida de Caravan SandWitch sin duda tiene los ingredientes para atraparnos, con el misterio de la desaparición de nuestra hermana como el eje central. Sin embargo, aquí entra el cómo cada uno interprete el desarrollo del juego. A mi me ha parecido de una duración justa para no estirar el chicle, manteniéndonos enganchados gracias a un ritmo constante de avance, dando al jugador justo lo que espera. Sin embargo, también he leído alguna reseña en la que se critica la forma en que se desarrolla la trama, describiéndola como apresurada y con demasiada información presentada en poco tiempo. Puede ser que en el mundo planteado se podrían haber desarrollado las cosas de una forma más potente, con mayor profundidad en la interacción e historia de algunos personajes. Sin embargo, creo que esto complicaría de alguna manera la experiencia de juego planteada, mucho más simple y relajada.
A pesar de todo, el juego transmite un mensaje claro sobre la importancia de la comunidad y la ayuda mutua, temas recurrentes en las misiones secundarias, aunque, estas tareas no logran dejar una huella duradera debido a su simplicidad y falta de profundidad.
Veredicto final
Caravan SandWitch es un juego que consigue brillar en algunos aspectos, como su apartado visual y la mecánica de conducción, ofreciendo una experiencia relajante, sin ambiciones. Sin embargo, sufre de una narrativa que, aunque prometedora, se desarrolla de manera desigual, y de limitaciones en la interacción con el mundo que hacen que la experiencia se sienta en tierra de nadie.
Para quienes disfrutan de juegos de exploración con una atmósfera tranquila y una estética cautivadora, Caravan SandWitch puede ser una opción atractiva, siempre y cuando se esté dispuesto a perdonar sus pequeños fallos técnicos y su falta de profundidad.