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NINE SOLS: Lo tiene casi todo para se el metroidvania del 2024

8

Historia

80%

Gameplay

90%

Gráficos

70%
Positivo
Negativo

Los metroidvanias están de enhorabuena este 2024. Recientemente hemos podido disfrutar del gran Prince of Persia: The lost crown y ahora tenemos este Nine Sols que, pese a haber tenido una recepción algo fría en el mundillo, a mi me ha encantado, aunque, por que negarlo, también tiene sus puntos negros. Sigue leyendo para descubrirlos.

Un juego con mucha personalidad

Red Candel Games, la desarrolladora, es un estudio chino que, pese a existir desde el 2015, tiene poco bagaje en el mundo occidental. Pero creo que saben muy bien lo que hacen. Y su origen asiático es importante porque impregna toda la estética del juego.

Quizás inspirado por Kyūbi no kitsune, el zorro de 9 colas de la mitología china, nuestro protagonista Yi es un zorro blanco con un dominio excepcional del combate. Yi tendrá que recuperar los 9 Sols (sellos) de manos de los gobernantes de una antigua raza alienígena que tiene esclavizado para poder redimirse de su pasado.

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La ambientación y la historia me descolocan. Mezcla muchas ideas del folclore del país asiático en un mundo futurista, totalmente tecnológico. Más allá de lo raro de la combinación, la verdad es que la historia, como suele ocurrir en muchos de los videojuegos que nos vienen de Asia, tiende a hacerse más y más confusa al tiempo que la vamos conociendo. Tampoco ayuda demasiado que nos obliguen a «entrar» en la historia a base de interrumpir la acción con diálogos que, además, de densos y pesados, son confusos. Sinceramente, llega un punto en que yo desistí y empecé a saltarme su lectura casi de continuo. Una pena…

Otro aspecto gris, aunque bastante personal, es el diseño artístico elegido. Aun reconociendo que el plano artístico está muy cuidado, no termina de convencerme la mezcla de cosas tecnológicas con cosas tradicionales. Creo que en gran parte es por la paleta de colores, basada principalmente en verdes fosforito que me recuerdan mucho a las arcaicas primeras pantallas de ordenadores. Pero, seguramente esto, es más gusto personal que problema real.

Sin embargo, un punto muy fuerte de Nine Sols es la gran variedad y originalidad en el diseño de los niveles. Hay bastantes biomas dentro de la aventura y, más allá de el diseño diferenciado de cada uno (que lo tienen), el equipo de desarrollo se ha esforzado en que cada nivel tuviera personalidad propia. Esto se traduce en que hay mecánicas que aporta cada bioma que son exclusivas de este, lo que les dota de es personalidad que mencionaba antes y, además, consigue el juego no se vuelva monótono en ningún momento. Por mencionar dos que me han gustado especialmente, la zona de la caldera que le añade un plus de tensión a explorarla y la zona del sueño, con una mecánica de plataformas bastante original.

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Combate y Bosses, su verdadera fuerza

Pero, realmente donde Nine Sols brilla con luz propia es en el combate. Lo han llamado un «Sekiro 2D». A mi me parece que es un error compararlo con Sekiro porque el combate de Nine Sols es algo distinto. Coge de Sekiro la mecánica de parrys, si, pero le da un par de giros de tuerca y, en la mejor tradición de un metroidvania, la compla con varias mecánicas adicionales que hacen que deje de ser una copia de Sekiro para ser algo más. Y no solo eso, hay que decir que técnicamente roza la perfección. Los controles son «muy finos» y todos los movimientos responden a la perfección, sintiendo que el parry se hace en el momento justo, ni antes ni después. Y que, incluso, eres capaz de mantener varias acciones en paralelo sin que sientas que el juego se lía.

Esta precisión en los controles hace que el combate se sienta como un baile. Las posibilidades de acabar con los enemigos se multiplican y queda en tu mano elegir en cada momento cuál utilizar según tus gustos o lo que te apetezca hacer en ese momento. Me parece que esto le dota de una libertad que pocos juegos logran. Eso sí, no es fácil dominar todas las técnicas que el juego propone, aunque deberás hacerlo si quieres acabar los distintos bosses porque casi que te obligan a usarlas.

Los bosses es otra de los factores clave del juego. Con un combate así de bueno, no se podía permitir este juego tener bosses mediocres. Y, para nada lo son. Son todos muy variados, con mecánicas distintas que te obligan a utilizar todo tu arsenal si quieres superarles. Y, en general, salvo algún caso que se hace más tedioso, todos los combates son super rápidos. Como un baile, que decía antes, pero en el que el mínimo fallo te hace perder. Por un lado está bien porque te obliga a dar lo mejor de ti en un combate de máximo dos minutos. Por otro, fastidia bastante que el mínimo fallo suponga casi siempre la muerte.

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Además, hay un puñado de bosses opcionales que no por ser opcionales son menos interesantes y que te pondrán las cosas también difíciles si eres de los completistas que quieren matar todo.

Conclusiones finales

Como decía, un año 2024 muy bueno para los metroidvanias (ojala podamos rematarlo con el «gran deseado» Silksong). Y este Nine Sols es muy culpable de esto. Aporta al género cosas muy interesantes que le hacen tener esa personalidad cada vez más rara hoy en día, pero que hace que recuerdes con cariño un juego. Sin duda, de este Nine Sols te acordarás, sobre todo si eres amante de los metroidvanias, pero también si eres de los que te gustan los retos que proponen los tipo souls.

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Alberto Sánchez

¡Me encantan los videojuegos! Es mi pasión desde que un día mi padre trajo a casa un flamante ZX Spectrum. Desde entonces, no recuerdo haber parado de divertirme, frustrarme, emocionarme y por supuesto, maravillarme con todo lo que este mundo es capaz de ofrecer.