Nunca me han terminado de convencer los juegos tipo roguelike. No soy especialmente ducho a la hora de mantener la atención y me revienta tener que repetir cientos de veces los mismos escenarios debido a mi torpeza. Pero con este Rogue Legacy 2 por fin he encontrado un juego que sabe cómo hacer que la repetición no sea aburrida.
Una idea interesante y accesible
Si tuviera que definir este RG2 con una sola palabra sería «inteligente». Creo que no hay nada al azar en el planteamiento del juego. La idea base ya de por sí es original: pertenecemos a una familia que cuando mueren no pierden las habilidades adquiridas, si no que se pasan a los herederos. Esto no es más que contar una historia para que las muchas muertes que ocurrirán a lo largo del juego tengan su contexto. Pero no acaba aquí. Además, como buena familia que somos, tenemos una galería donde colgamos los cuadros de nuestros antepasados que, con su sacrificio, nos permitieron avanzar en la misión familiar. ¿No es delicioso al tiempo que inteligente? Bueno, esto no es más que un ejemplo, pero seguro que te da una idea de lo bien hilado que está todo.

Entrando en materia, lo que tenemos es un planteamiento de juego que se rige por las mecánicas roguelike. Es decir, mundos que cambian aleatoriamente cada vez que morimos, con los que nos toca rejugarlos desde el inicio una y otra vez. Sin embargo, RM2 introduce en la fórmula algunas mejoras para hacer más accesible este planteamiento. En concreto son dos. La primera es que permite fijar el punto de teletransporte que existe al inicio de cada nivel. De esta forma, podemos saltar los mundos que ya hayamos completado. La segunda, es que también permite fijar el mapa del mundo durante un tiempo. Eso si, esto conlleva un coste que se va incrementando a medida que vamos muriendo y necesitando volver al mundo fijado. Con estas dos simples pero efectivas aportaciones, yo, que no soy un fan de este tipo de juegos, he podido disfrutar del juego sin cansarme de repetir mil veces los primeros niveles. Además, al ser estas características totalmente opcionales, se respeta que otro jugador más dotado quiera completar el juego sin atajos. Y un último detalle, el tema de los teletransportes a niveles superiores ya se había planteado en otros juegos (me viene a la cabeza por ejemplo Returnal), pero de alguna manera era fake porque avanzar a niveles superiores sin armarse en los niveles previos era prácticamente un suicidio. RL2 soluciona también este punto con el «legado». Como decía al principio, la muerte de un personaje no conlleva la pérdida de todas las habilidades adquiridas por este, ya que son adquiridas por sus sucesores. Con este cambio se habilita también que podamos continuar en niveles superiores sin estar en desventaja con los enemigos. Puede que no sea la aproximación más pura y escueza a algún fanático de los roguelike, pero realmente creo que hace mucho más accesible el género a los jugadores menos hábiles.

Diseño impecable
He entrado «a saco» con lo que más me ha gustado del planteamiento del juego pero, hay muchas más cosas que destacar en RL2. Empezamos con el diseño de niveles. El juego nos da la oportunidad de explorar un total de 5 mundos. Todos ellos tienen un diseño único, tanto en su ambientación como en sus mecánicas. Son todos en 2D, pero el enfoque de avance es distinto, siempre intentando que el pasar de uno a otro no se vuelva monótono. Tenemos un enfoque más tradicional, pero también avances en horizontal, en vertical e incluso un diseño laberíntico. Además, el camino a los distintos bosses de cada mundo también es particular. No basta con dar con la sala donde está el boss. En alguna ocasión hay que hacer tareas intermedias. En otras hay que acabar primero con otros mini bosses. Como decía al principio, el juego está diseñado para que en ningún momento se sienta como repetitivo.
A esto también le afecta, y mucho, una de las características que más personalidad aporta al juego, las clases de héroes. Lo he dejado para el final, pero diría que es el factor que diferencia a este juego de otros muchos. Porque el número total de clases que podemos utilizar durante el juego es muy alto. Aquí va la lista de las clases que me vienen a la cabeza: Guerrero, Espadachín, Bárbaro, Mago, Arquero, Lancero, Boxeador, Ninja, Bardo, … y alguna más que me dejo en el tintero. Más allá del número, lo increíble es que cada clase tiene sus propias habilidades y su forma de juego totalmente diferente del resto. Además, no vale con que digas que te gusta jugar con tal o cual clase. Cada vez que mueres, el juego te ofrece 3 clases que pueden o no ser las que tu prefieres. Para terminar de rizar el rizo, los herederos, además de venir con las habilidades típicas de su clase, también pueden venir con modificaciones adicionales. Estas pueden ser buenas, regulares, inocuas o incluso malas, pero no lo sabes hasta que no selecciones al personaje… Así pues, que no te queda otra que ir revisando y jugando con prácticamente todas las clases. No me lo podría creer cuando cogí un personaje pacifista (aunque te lo puedes imaginar, no te hago spoilers de qué implica esta modificación). Descubrir todas estas modificaciones junto con la elección de la clase ha sido, para mí, lo más divertido del juego. ¡Ah! Y un último consejo. No desprecies ninguna clase. Yo descubrí que aunque hay mejores clases para avanzar por los niveles, hay otras que son ideales para luchar contra los bosses. Sólo hubo una clase a la que no encontré ninguna utilidad (te dejo a ti averiguar cuál).

Apartado técnico
A las alturas, debería no ser necesario tener que hablar del apartado técnico, pero para evitar dudas, mejor comentarlo. Lo resumo muy rápido: ni un fallo de diseño, ni a nivel técnico, ni de diseño, ni artístico. Da gusto como equipos pequeños saben hacer las cosas con una calidad tan alta. Ya podrían aprender de esto muchos estudios triple A.
El apartado gráfico también es más que correcto. Siempre es agradable este estilo de dibujo animado. A mi me deja de gustar cuando cae en el infantilismo, pero creo que no es el caso. Aunque en el diseño de los biomas se le puede achacar que no pegan mucho unos con otros, la verdad es que a mí no me ha importado.
No me queda más que recomedar abiertamente este Rogue Legacy 2, tanto si eres un fanático de los roguelike como si no, creo que no te defrauda.
